Trinidad Metz Brea

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Trinidad Metz Brea

Participó en Pinta Miami 2023, luego de inaugurar su muestra FERALES en Buenos Aires

Durante la semana de Art Basel Miami 2023, Trinidad Metz Brea participió por primera vez en Pinta Miami, feria en la que el arte latinoamericano es protagonista: 

“Valeries participó de la sección NEXT de Pinta, curada por Giuliana Vidart.  La propuesta consistía en emparentar y generar un diálogo entre dos galerías de distintas regiones, en nuestro caso compartimos el stand con un proyecto de Perú”.

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Esculturas en Next Pinta Miami 2023

Su obra escultórica es trabajada como un campo expandido, a través de herramientas digitales, nuevas tecnologías confluyen con métodos manuales, generan un diálogo entre lo mundano, terrenal, ecológico, biológico y lo mutante, los bestiarios, los juegos en línea, un universo extraño mito de origen de seres fantásticos con reminiscencias humanas, animales, vegetales, y de fantasía. Cuerpos e identidades híbridas con la potencia de las nuevas tecnologías,  la antropofagia cultural, la Internet, el apocalipsis y las disidencias.

Se diluye a través de la porosidad que representa un sujeto moderno multirelacional, y logra constituir subjetividades post humanas. Esta encarnación moderna incorporada en el universo 3D de trinidad, connota y demuestra, la superabundancia en la creación de una mitología con naturaleza propia. 

“Trabajo en la intersección de lo natural y lo artificial, lo cotidiano y lo extraño, lo autóctono y lo alienígena,  así como la naturaleza cíclica del tiempo. Son fábulas y crónicas fantásticas contemporáneas que encarnan el sentimiento actual de incertidumbre, misterio e inestabilidad, provocada por la tecnología, la crisis ecológica y económica y el cambio de paradigma. Asi como posibilidades de nexos y modos de supervivencia alternativos”.

 

El proceso continúa y se reproduce de manera constitutiva. El germen instaurado por la búsqueda de nuevas técnicas digitales y oficios mixtos, genera un diálogo que la artista descubre en el proceso de entender su cualidad humana (o sobrehumana). Logra integrarse a la naturaleza como sujeto moderno y se posiciona contra el perspectivismo, incorpora las utopías e ideologías y las transforma en una interacción que venera y crea su realidad suprema en escenas de muerte, maternidad y evolución de un cuerpo más allá de lo humano.

Encontramos la vivencia de una biología híbrida, afectada por la digitalización expansiva, la hiperconectividad, y la destrucción representada en una identidad posthumanista, fin de una era antropocentrista. 

La mutabilidad coexiste entre el archivo, el soporte y la presencialidad: Los bestiarios medievales, la zoología, el quiebre normativo, la sexualidad. Entre el paraíso y el mundo subyacente: La creación y la destrucción. 

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Esculturas parte de FERALES en Aura, Buenos Aires
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Trinidad Metz Brea logra en Ferales, su nuevo SOLO SHOW en Aura Fábrica, descomponerse a sí misma para integrarse a un ecosistema que se adueña de la infraestructura humana, al generar entidades desconocidas y una nueva percepción vincular, en esta oportunidad, atravesada por la identidad genética que connota lo propio y ajeno.

Podemos relacionar su obra a la idea de “Presencia de abolición” en referencia a Souleymane Bachir Diagne “In the Den of the Alchemist”, donde la ciencia no es sobre la certeza, sino la precariedad de lo que consideramos el mundo exterior, fuera de nosotros, y por lo que la mecánica cuántica nos ha enseñado, las estructuras mentales y las categorías por las que entendemos el mundo, el mensaje probablemente sea: “En el laboratorio, la ciencia transmuta en poesía” y es ahí donde la obra de Trinidad se refleja en esta contra-super-exposición ante el mundo exterior.

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FERALES en Aura, Buenos Aires

Entrevista Desgrabación:

C: Lo que estoy viendo es una imagen que tiene una construcción pero si uno se las imagina y las piensa, luego no las vuelvo a recuperar, es como si fuera un “flash” de imaginación, la sensación de reconstruir un sueño, hay una mística. También me gustaría sumar la pregunta: ¿Qué fue te pasó cuando expusiste desde el principio, se puede comprender desde tu obra si la conocés pero si no, más allá de las expos, de los premios, como es vivir eso desde cero, como fue ese recorrido, desde que pintas… al presente.

T: Creo que empecé a estar más visiblemente activa en el mundo del arte en el 2018. Tuve la oportunidad de tener mi primera muestra individual en el 2019. Esta es mi tercera muestra individual. Creo que esta buenísimo, mandar a premios, todo lo que conlleva eso.. aprender a quedar y no quedar. Exponer, conocer personas que admiras, trabajar con ellxs. 

C: ¿Pensás que en el 2020, o antes, en el boom tecnológico, todos tuvimos que adaptar a depender de la tecnología, pensabas que tu obra ya tenía estos rasgos de videojuego y tecnología desde antes?

T: Yo creo que hay algo de sci-fi… entre utópicos, post-humanos y apocalípticos. A través del modelado y la impresión 3D encontré la forma de canalizar este tipo de imaginarios y se fusiona a la vez con otras técnicas, la impresión 3D. En el mural que es bastante netamente digital en su creación y las otras piezas que tienen trabajo manual, confluyen muchas influencias, universos y metodologías de trabajo. 

C: Me contaste que tomaste la comunión. 

T: Yo creo que hay algo de referencia bíblica, pero no directamente bíblica, un poco atraviesa la obra que está en la trastienda. En esta, es referente al candelabro, la fé, la peregrinación de la iglesia. Directa o indirectamente puedo ver esta referencia de la historia del arte, también: “Se puede parar el ave fénix ahí arriba y cambia todo”. 

C:Desde que empezaste el modelado 3D, empeaste a usar mucho más tu cuerpo, y debes haber reflexionado desde la corporeidad de la obra, se me ocurre, tu forma de percibirte y volcar tu individualidad a eso. ¿Qué se te ocurre de ese pasaje de la pintura a lo 3D, lo viviste en relación a ese contacto y cómo fue?

T: Es una carnalidad, las formas y las corporeidades siempre me interesaron en el trabajo previo y en esto también. Identidades más fluidas e híbridas, quiméricas, romper con conceptos binarios y cuestiones normativas del cuerpo y demás. Corporalidades distintas y no convencionales. La monstruosidad es una vía para explorar eso también. 

C: ¿Viste el corto monstruo dios? Es de Agustina San Martin. Te debería mostrar, porque me encanta esta idea de la monstruosidad que genera este dios aparte, ¿Dónde vamos, que generamos? Y esta buenísimo. 

T: Yo creo que surgen potenciales deidades, potenciales corporalidades, es todo potencialidad. Imaginar un futuro distinto, vinculaciones distintas, crear nuevas realidades que sean un reflejo de experiencias subjetivas y colectivas. 

C: Veo esta idea planteada en el texto, porque lo leí, pero si soy una persona que visita la muestra, no es lo primero que pienso, si está lo de la naturaleza, lo humano y la monstruosidad, pero después pienso, en lo propio y lo ajeno que está entre la subjetividad y lo colectivo, y lo individual y el entendimiento comunitario de una verdad… 

T: No sé si en ese sentido sería el entendimiento comunitario de una verdad, porque siento que las verdades son un montón y son super particulares y hay tantas verdades como puntos de vista. Pero si en el tipo de imágenes, situaciones que son muy sensibles o vinculares, por ejemplo el “Beso de las babosas”, que en realidad sale de una referencia biológica, que son las Babosas Leopardo, que a mi me encantan, y tienen genitales externos, lenguas, etc. Fue un punto de partida visual y la mutación de estas criaturas, el recurso de humanizar ciertas formas de vida, lo hace más empatizable en algún punto. 

Es un momento íntimo y sensible, y táctil entre dos criaturas y después tienes un montón de situaciones que son más como el mural que engloba otras. 

C: Lo de las babosas lo veo como parte de un contacto en un ciclo en el que es inevitable, ese contacto. Lo demás en tu obra, lo entiendo como una construcción, no como ese contacto íntimo que no se puede controlar, porque es parte de existir, sino una forma de observar todo lo que ocurre aunque no controlás nada.

T: Sí, hay momentos en los que se afectan y no se afectan, se pisan y son no conscientes de lo que está sucediendo ahí, y esta esta idea de que el humano es este ser en sí mismo y funciona alejado de los demás, pero se entiende cada vez más en todos los campos: Ciencia, biología, ecologia y es que está todo muy interconectado y todos son desencadenantes ligados y en cadena. Que si a una especie atraviesa un desbalance, consecuentemente afecta a otra que a su vez repercute en otras…y así.

El sobrevivir es colectivo en este planeta, es intraespecie, el modo y la estrategia es en forma de red y vincular, y no como individuos, está la idea del humanismo y modernismo, el hombre como punta de la piramide, ser evolucionado y en realidad no, hay muchas inteligencias, las plantas las tienen, es un poco canalizar estos otros universos y condensarlos. 

Y en cuanto a la construcción, a veces uno recurre a uno mismo para atrás (con ideas o escritos pasados) y dialoga con eso, asi como con el curador. Con Sofi Dourron fue una idea de desarrollar la muestra, las piezas, esa construcción fue muy trabajada y pensada. Fue expandir el diálogo, dejar entrar otras voces, que te hagan preguntas, y tomar eso. 

C: Yo estoy agarrando lo ya hecho. 

T: El texto de sofi es fantastico, me sacó chispeando. Es interesante y rico cuando se integran otras voces, como la pista que hizo Lila para la muestra, que condensa este universo de los sonidos de la naturaleza, agua, critters. Criaturas revolucionadas, distintos planos de expansión y  de generación de universo. El mito de origen, las fábulas, estas estructuras narrativas que dan sentido a distintas realidades y maneras de percibir el mundo.



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Después del fin del mundo

Está ese fin del mundo alimentado por las teorías no future del capitalismo extractivo contemporáneo, la especulación apocalíptico-financiera y los agentes del colapso. Ese que ante la crisis climática y social, las guerras físicas y culturales y las economías neocoloniales que estrujan y desplazan cuerpos humanxs y no humanxs, nos sugieren que agonicemos en la parálisis de un presentismo eterno. Ese fin del mundo que a fuerza de pensamiento moderno-occidental empuja a multitudes a replegarse sobre sí mismas, refugiándose en el universo del sujeto autodeterminado e individualista que se afirma a sí mismo contra cualquier voluntad social que represente una diferencia.

Allí, la agencia solo es posible gracias a la separación del individuo respecto de sus entornos naturales y construidos. Pero, en un futuro incierto y sin datar, existe también un fin del mundo otro, un paisaje todavía en llamas, donde la vida, a pesar de todo, continúa. Ahí se encuentra Ferales, un territorio fugitivo construido de yuxtaposiciones fantásticas entre el pasado y el presente, lo cercano y lo lejano, lo grande y lo pequeño, el peligro y la distopía, que emerge del potencial de aquello que subsiste/resiste: una planta, una babosa, una semilla, una topadora. De estos encuentros materiales brotan nuevos cuerpos y una poética de transición para un mundo azotado por el clima, una especie de umbral donde confluyen catástrofe y libertad para avivar la imaginación ecológica y política. Sumergida en esta ficción climática, Trinidad explora los mundos ecológicos que emergen cuando entidades no humanas se enmarañan con proyectos de infraestructura humana y el sujeto occidental-kantiano deviene sujetx multirelacional desdibujando la diferencia, haciendo de ella una interacción porosa y babeante entre el adentro y el afuera.

Mundos en los que los organismos se reproducen de manera constitutiva. Sus escenas de cópula, muerte y maternidad más-que-humana insinúan un recurso para la esperanza enraizada en una posible evolución humana que se dirige hacia un cuerpo y unas subjetividades posthumanas. Ferales engendra así unas vidas desenfrenadas, que en su multiplicidad y monstruosidad no pueden ser fácilmente reducidas, divididas o conquistadas.

En ese territorio cenagoso de producción y reproducción se dibuja finalmente la figura de una agencia posthumana (o la más humana de todas) que emerge del cultivo de formas vitales de reconocimiento y respuesta a los urgentes desafíos del presente. Una agencia que desborda la realización de algún yo esencialista, para dar lugar a unas subjetividades tentaculares y a unos devenires metamórficos.

x Sofía Dourron

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Trinidad Metz Brea - Artista

«El fin de la Imaginación» con Mariana Telleria por Adrián Villar Rojas

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Adrián Villa Rojas en “El fin de la imaginación”

con Mariana Telleria

La muestra estaba fabricada y modelada para las salas del Bass Museum en Miami, Florida, una escultura al estilo renacentista, acostada, sobre una escena post apocalíptica, con cara de desasosiego, tapándose la cara con un mano y apoyando la otra en la cintura. Una tela tipo arrugada apenas marmolada en forma de tapado sobre sus piernas y los pies sostenidos en el aire, sobre la arena llena de armas, huellas de tamaños desorbitantes y cámaras de filmación. Como si una guerra hubiera sucedido y documentar hubiera sido parte de la guerra que destruye y dejó atrás una época. Las pantallas con ntfs parecen aludir a la nueva era, el contraste entre lo barroco y lo intangible de la digitalidad.

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Las pantallas con ntfs, tienen frases como “Frimaine” un nombre utilizado comúnmente en francia y las palabras, “automne” en francés, en espanol, “otoño”. Junto a pantallas que cambian sus números, del 51 al 52 , 53, 54, 55, 56, y otras con 07, o 22,  otras con secuencias de números, 210+546+577+520+677+858 en la misma pantalla. Mientras que algunas estaban vacías, con imágenes de colores, entre rotas y ralladas, como cuando una pantalla está fuera de uso, y su formato se rompe. En la otra sala encontrábamos una instalación de estilo arcaica llegada de marte, como si fuera una combustión entre la tierra y el cielo. Unas esculturas de mármol que hacen referencia a jinetes, mientras que habitan unos seres robóticos entre lo real y la máquina, inmortalizados en marmol. Vemos al lado de un jinete en un pedestal, una especie de escorpión mecánico dirigido por un avatar del espacio. Un calderon grande abarca un “aquí reposan los restos de”  y en otro salón una heladera que contiene una torta, con un dinosaurio que murió y dos velas. 

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